El operativo contó con la participación de la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de la Provincia en conjunto con la Brigada de Prevención de Delitos Rurales.
Allí constataron la existencia de más de media tonelada de embutidos, entre salames y chorizos frescos de elaboración casera, sin ningún tipo de control sanitario, ni habilitación alguna para la fabricación de tales productos.
Asimismo, se procedió al secuestro de maquinarias utilizadas para tal fin, y de un total de 200 kilos de carne de ciervo y chancho Jabalí, que se utilizaba como materia prima para la elaboración de los embutidos.
El procedimiento se originó en el marco de una investigación en resguardo y protección de la salud pública, ya que la carne utilizada para la fabricación es adquirida de la caza furtiva, siendo ello un foco de contaminación frecuente, por la forma y lugar de la faena, sanidad de los animales ultimados y la falta de control bromatológico a la hora de la elaboración.
El lugar allanado carecía de higiene y condiciones reglamentarias que la hacen no aptas para realizar y comercializar los embutidos. Además, los cortes cárnicos y los elaborados se sacaron de circulación para que no se sigan vendiendo al público y se desnaturalización ante la presencia de testigos.