El miércoles por la noche, en el marco del operativo “Ejercicio Soberanía” que el Ejército Argentino desplegaba por el río Paraná, una embarcación con siete personas a bordo se dio vuelta. Las personas que iban en la misma, lograron salvarse, a excepción del Sargento Sebastián Romero, de 40 años, que está siendo intensamente buscado.
Romero, un sargento de 40 años oriundo de Santa Fe y miembro del Batallón de Ingenieros de Santo Tomé, cayó al río a unos 8 o 10 metros de la costa, cerca de los 500 metros del atracadero de la balsa, ubicado en el kilómetro 14 de la Ruta 168.
“Pidan socorro y yo nado hasta la orilla”
Estas habrían sido las últimas palabras del Sargento, según confió, el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento, general Oscar Zarich.
“Colisionaron con una saliente, a unos 8 o 10 metros de la orilla y, producto del accidente, todos cayeron al agua y el sargento Romero, de forma consciente –según relatan quienes lo acompañaban- le dijo `ustedes pidan socorro y yo nado hasta la orilla´. En la oscuridad de la noche, cuando alumbraron con linternas, se perdió de vista”.
Un amplio operativo de búsqueda
Desde entonces, se desplegó un amplio operativo para tratar de dar con el Sargento. Pero hasta el momento no hay resultados positivos.
Este viernes se confirmó el hallazgo de una mochila y una boina que pertenecen al militar. Estos efectos personales, que Romero llevaba al momento de la caída al río, fueron encontrados en la orilla por personal que recorría el área a pie, río abajo.
El General Oscar Zarich, brindó detalles sobre el avance del operativo de rescate, que se desarrolla tanto por agua como por tierra y confirmó que el Ejército sumó más personal a la búsqueda, y que desde el sábado también participarán buzos especializados de la Armada.
Además, se incorporaron aeronaves para reforzar las tareas de localización, uno por la mañana y otro por la tarde.
Zarich también hizo hincapié en que, aunque la coordinación de las tareas en el agua está a cargo de Prefectura Naval, el operativo se lleva a cabo de manera coordinada entre distintas fuerzas. “Prefectura tiene la voz cantante en el agua, pero todo el trabajo se realiza de forma conjunta”, señaló.
La búsqueda de Romero se focaliza principalmente en la costa y en las islas cercanas, y Prefectura Naval comenzó a trabajar sobre el punto de impacto, donde colisionó el bote y desde donde se dispersó el material flotante río abajo.
“Estamos trabajando con las corrientes del río y haciendo un mapeo para localizar al sargento Romero”, indicó Zarich, quien también subrayó que las labores se continuarán durante el día, pero se suspenderán únicamente en caso de tormentas eléctricas que pongan en riesgo la seguridad de los buzos y del personal a cargo de las tareas.
Se avanza con la investigación
Mientras tanto, la Fiscalía de Santa Fe continúa con la investigación sobre las circunstancias del accidente. Se tomaron declaración a los compañeros que se encontraban en el bote junto a Romero y el Ejército está colaborando estrechamente para la recolección de datos y la resolución del caso.
La familia del Sargento Romero está siendo acompañada por los responsables del Ejército y siguen de cerca los operativos de búsqueda.
Pobladores de la zona les ofreció las instalaciones de su vivienda y también su embarcación para sumarse a la búsqueda.
En ese sentido, se supo que la madre del sargento “pidió agua bendita y pan” para rezar pidiendo por la aparición de su hijo.
Se trata de una tradición de la Iglesia que indica que cuando una persona desaparece en el río, se debe arrojar pan bendecido para guiar la búsqueda. Esta práctica de fe señala que donde el pan “comienza a dar vueltas” podría estar el cuerpo.
El pan tiene un significado muy importante para el cristianismo, porque según indican los sacerdotes, “es vida”. Arrojándolo al río, “como presencia de Dios, se pide que de alguna manera guie para llegar al lugar donde está esta persona”.