El cuerpo fue hallado semi sumergido en el agua, a la altura del kilómetro 315 del río Uruguay, cerca de la localidad de Puerto Yeruá (departamento Concordia, en las proximidades de la desembocadura del arroyo Arrebatacapas.
De inmediato, los miembros de la Prefectura Naval, a cargo del prefecto Jorge Ribiski, notificaron a la fiscal Julia Rivoira, quien dispuso la extracción del cadáver y su posterior entrega a la policía para llevar a cabo las diligencias correspondientes e iniciar el proceso de identificación.
Fuentes vinculadas a la investigación indicaron que, al parecer, la víctima no sería un vecino de Concordia, ya que en los últimos días no se han registrado denuncias ni reportes sobre la desaparición de ninguna persona en la zona.